Blog de Locución de 1 Año

martes, 26 de junio de 2012

La Guerra de Malvinas según los medios.
El papel que los medios de comunicación desempeñaron durante la Guerra de Malvinas ha sido y continúa siendo motivo de interés y análisis. ¿Qué decían los medios acerca de la guerra? ¿Qué imágenes transmitieron? ¿Por qué presentaron esas imágenes y no otras?

La información durante la guerra de Malvinas no escapó a las condiciones generales de la dictadura. Al estricto control que ya existía desde el golpe de Estado se sumó la censura típica de todo conflicto armado que se intensificó aún más a partir de Marzo de 1982.
 Aún antes de desatarse el conflicto en los medios se publican notas que dejaban entender que la guerra era un horizonte posible para dirimir el conflicto. Estas notas eran funcionales a la dictadura en un doble sentido: instalaban un tema capaz de desviar el foco de atención en torno a la conflictividad interna y pretendían sumar presión a los ingleses, bajo la errónea suposición de que la amenaza de guerra los obligaría a negociar la soberanía de las islas. Aunque funcionales, las notas también daban cuenta de un sector del periodismo que alentaba la opción militar sin medir ninguna de las consecuencias de una decisión de esa índole.
 La conflictividad interna y la cuestión Malvinas, finalmente, estaban tan ligados en esta coyuntura que no sorprende el título de Crónica el martes 30 de marzo, el día de la primera huelga general contra la dictadura: “CGT ratificó el acto; Gobierno lo prohíbe”.

 Los medios masivos de comunicación argentinos fueron altamente funcionales a la Junta militar en la creación y formación de un clima triunfalista. Por este motivo, en ningún momento mostraron noticias que reflejaran el carácter adverso de los combates. El caso más claro y renombrado es el caso de la Revista Gente, que con imágenes de la guerra exacerbó el slogan y la publicidad oficial ¡“Argentinos a vencer! Cada uno en lo suyo defendiendo lo nuestro”. En efecto, si la publicidad oficial enviaba ese mensaje impreso sobre un puño cerrado con el pulgar en alto, en medio de un folleto que advertía que ¡Ya estamos ganando!, la revista Gente multiplicaba ese mensaje y lo encuadraba en el campo de batalla con la tapa del 7 de mayo de 1982, donde con letra bien amplia anunciaba: Estamos ganando. Y todavía más, contra toda evidencia, el 29 de mayo retomaba el slogan para titular: Seguimos ganando. Si bien la actitud triunfalista de la revista Gente fue exacerbada, los demás medios no se quedaron atrás y la reprodujeron en escala sólo un poco más moderada.
En los medios gráficos aparece una doble construcción de la imagen de los ingleses. Por un lado, son calificados como “piratas”, asesinos, usurpadores, etc y al mismo momento en que se presentaban así a los ingleses, se subrayaba que el británico era un “imperio en decadencia” y por ende inofensivo, subestimándose incluso su poder de fuego.

Uno de los noticieros televisivos del momento se llamaba “Sesenta Minutos”, y era emitido por ATC y conducido por el periodista José Gómez Fuentes con corresponsales que transmitían desde las Malvinas. Las fuerzas Armadas habían ordenado transmitir los comunicados militares y sólo mensajes e imágenes que “no den pánico, ni atenten contra la unidad nacional”.
A la información inexacta se sumó una serie de incongruencias muy severas en la estrategia de información de la dictadura. Por citar un ejemplo, según relata Diego Pérez Andrade (periodista enviado por Telam) en un documental sobre el papel de los medios en Malvinas elaborado por Telesur, en ocasión de un prolongado bombardeo al aeropuerto escribió una nota que cerraba diciendo que, a pesar de la intensa lluvia de bombas, los ingleses no habían acertado en su blanco, la pista de aterrizaje. Tres horas después, desde Buenos Aires le comunicaban que los mandos militares felicitaban al periodista por la nota, porque revelaba el fracaso del operativo militar inglés. Pero una hora después de recibir las felicitaciones, Andrade era expulsado por Menéndez de las islas, precisamente por la nota que había escrito. “¿Qué tenía de malo esa nota?” preguntó Andrade, a lo que Menéndez respondió que, en virtud de esa información, los ingleses volverían a la carga al día siguiente. Anécdotas de este tipo, en síntesis, mostraban bien el desorden y la improvisación militar, también en la circulación de la información de la guerra.

En efecto, el modo de contar la guerra se construyó sobre los comunicados e informes de las Fuerzas Armadas, que destacaban algunos éxitos de la aviación argentina pero no informaban sobre las derrotas en las trincheras. Este modo de informar provocó algunos desacuerdos, incluso, entre los propios militares. Lo cierto es que los medios de comunicación cumplieron un rol decisivo en la construcción del relato de la guerra, exacerbando y construyendo con mayor eficacia que la que era capaz de imaginar la dictadura ciertos tópicos dominantes durante los días del conflicto.
Cabe preguntarse ¿hasta qué punto esta perspectiva “triunfalista” de la dictadura, magnificada por los medios, no era a su vez demandada por sectores de la sociedad que habían adherido a la empresa militar? Dejamos este interrogante como un disparador abierto para que cada uno de los lectores saque sus propias conclusiones.


MALVINAS LA OTRA CARA DE LA MONEDA



martes, 19 de junio de 2012

Malvinas, desde siempre dispuestos al diálogo


La consolidación del Estado nacional argentino coincidió con la expansión imperialista de las potencias coloniales europeas, lo que generó una situación de dependencia económica paralela a la afirmación de una identidad nacional por parte de las élites dirigentes.
Este proceso de construcción de la nacionalidad encontró en Malvinas una de sus piezas fundamentales. Como contrapartida, los fuertes vínculos económicos entre las élites dirigentes y Gran Bretaña hicieron que el reclamo diplomático no fuera una prioridad hasta bien comenzado el siglo XX.
Fue a partir de la década del sesenta, y en el marco de dos gobiernos democráticos, que la República Argentina obtuvo los avances diplomáticos más importantes. En 1965, las resoluciones 1514 y 2065 de las Naciones Unidas sentaron las bases para delimitar el reclamo diplomático argentino: la usurpación de las Islas Malvinas era una situación colonial a resolver en el marco de la diplomacia internacional, con dos partes en litigio, el gobierno de la República Argentina y el de Gran Bretaña.
Ante la obligación de negociar, Gran Bretaña ponía un reparo, se reservaba cualquier decisión a «los intereses y los deseos» de los isleños. El gobierno argentino acordaba en «los intereses», no así en los «deseos», ya que, a diferencia de una población colonial sometida, los habitantes de las islas eran de abrumador origen británico, y estaban instalados allí tras la expulsión de las autoridades y la población rioplatenses.
Durante el siglo XX, los permanentes reclamos argentinos ante diferentes instancias internacionales constituyeron lo que se conoce como la cuestión Malvinas, el entramado diplomático, histórico y jurídico que sustenta la posición de nuestro país. Hacia mediados de la década del setenta, el acercamiento material entre el territorio continental argentino y las islas era muy importante, mientras que en el plano diplomático, después de los logros de la década del sesenta, las negociaciones habían tenido numerosos altibajos debido a tres factores: la actitud de los isleños (su mayor o menor apertura); la cambiante e inestable situación política interna argentina; y la alternancia de gobiernos británicos entre conservadores y laboristas.   

Extracto del libro “Pensar Malvinas”  


Como el Quijote ante los molinos de viento.  

Así parece ser la lucha de Nuestra Nación respecto de la soberanía por las Islas Malvinas. Existen documentos, tratados, resoluciones que avalan dicho derecho y que las autoridades británicas “desconocen” o ignoran burdamente ante cada reclamo argentino.
Malvinas dejó de ser sólo un problema argentino. Malvinas se transformo en una cuestión latinoamericana. Aún así, cada vez que un Organismo Internacional convoca al diálogo, desde el Reino Unido solo existen negativas a la negociación. 
 ¿Cuál será el real interés de Gran bretaña para con las Islas Malvinas?
¿Qué negocios atraen?
¿Su ubicación estratégica?
¿Será que su ADN “pirata” no les permite resignar un “trofeo” y devolverlo a sus verdaderos dueños? 
 Son preguntas que quizá nunca nos vamos a responder. Pero de algo hay que estar seguro.
Las Malvinas fueron, son y serán Argentinas  para siempre 

martes, 12 de junio de 2012

Malvinas en Música

Nuestra música y Malvinas




 Malvinas en música - VINIVA®
 
El 24 de marzo de 1976 un Golpe de Estado dio inicio al período más oscuro y sangriento de la historia argentina. Los músicos de rock, considerados "subversivos", sufrieron los embates de la dictadura militar. Muchos se vieron obligados a irse del país, otros buscaron resistir e insistir con su arte. Ser joven era ser "sospechoso", estar asociado a "cosas raras". Para muestra basta un botón: en noviembre de 1977, el almirante Emilio Massera dio un discurso en la Universidad del Salvador, e instó a no seguir el ejemplo de los jóvenes "que se inician en el rock y derivan en la guerrilla". Eran tiempos de la película "Fiebre de sábado por la noche", la música disco, el baile que sustituía al canto, y el inglés que reemplazaba al castellano.
Escuchar rock o asistir a los pocos recitales que se hacían era un símbolo de resistencia. Para los jóvenes, la música era casi una excusa para forjar su identidad, su grupo de pertenencia. León Gieco, rockero con raíces folclóricas, fue un baluarte importante en este período. Sus canciones eran censuradas por los grandes medios, pero no podían evitar que el público siguiera sus presentaciones.
El genio de Charly García hizo un aporte fundamental, acompañado por excelentes músicos. Con David Lebón, Pedro Aznar y Oscar Moro formó SerúGirán. Sus letras lograron gambetear la censura del terrorismo de Estado y con sutileza, energía e ingenio, las canciones de Serú se convirtieron en himnos para la juventud.
Otros clásicos fueron Manal, Almendra, Moris, Miguel Cantilo y Pappo. En La Plata nacía Virus. También los protagonistas de esos años que pisaban los '80 eran Spinetta Jade, Suéter, Dulces 16, Ariel Prat y su Banda Elástica, Rubén Rada, Alejandro del Prado y Solopororó, liderado por Alejandro Lerner. Había música para todos los gustos en los circuitos de bares y recitales, pero las radios le daban la espalda. Hasta que una locura militar le abrió una puerta inesperada al Rock Nacional.
La Guerra de Malvinas de 1982 trajo consigo la prohibición de pasar música anglosajona por las radios. Por este motivo, los programadores recurrieron entonces a las grabaciones de artistas argentinos y ese, lamentablemente, fue el empujón clave para que el gran público conociera a todas esas expresiones jóvenes que en su momento marginaban.

Y, por supuesto, sería el rock el estilo musical que se hiciera cargo de criticar la guerra y poner de manifiesto la locura de aquellos que se arrogaban el mote de salvadores de la Argentina.

La Guerra pobló las radios de ese género que ya había superado la etapa de embionario para convertirse en toda una movida cultural, y hasta se organizaron festivales multitudinarios que convocaban a esa juventud que había padecido la represión en sus múltiples formas y, para colmo, una guerra.

El 16 de mayo de 1982 se organizó en Obras Sanitarias el Festival de la Solidaridad Latinoamericana, para juntar ropa y alimentos para los soldados que combatían en Malvinas. Más de 60 mil personas estuvieron en el estadio, y muchos más siguieron la transmisión en vivo del concierto de Gieco, Spinetta, Mestre, Rada, García y Lebón, entre otros. La era de la masividad había llegado.

El fracaso en Malvinas marcó el comienzo del fin para la dictadura militar, con su consecuente apertura política e ideológica. El Rock Nacional, ya instalado, comenzó a crecer en cantidad y calidad de bandas. Los nuevos se sumaban a los clásicos, y el panorama se amplió
El 30 de octubre de 1983 los argentinos volvían a las urnas, con fondo musical rockero.
ESTE AÑO SE CUMPLEN TREINTA AÑOS DE LO QUE FUE UNA DE LAS ÚLTIMAS LOCURAS DE LAS MESIÁNICAS FUERZAS ARMADAS. QUE EL ROCK NOS AYUDE TAMBIÉN A TENER MEMORIA Y NO REPETIR LAS ATROCIDADES DEL PASADO.

Darío Volonté, un excombatiente que transformó su dolor en música

El 2 de abril de 1982 Volonté fue destinado al crucero general Belgrano, con la misión de recuperar las Islas Malvinas, que estaban en manos británicas. Sobrevivió al hundimiento de dicho buque atacado por el submarino nuclear HMS Conqueror y hoy es un gran tenor lírico de reconocimiento internacional.

ANCLADO EN EL SUR

Letra de ANDRÉS PEDRO RISSO
Música de ANDRÉS PEDRO RISSO


(Dedicada a Darío Volonté)
Yo tengo el alma anclada a un barco que se hundió en el Sur.
Llevaba a bordo el pecho ardiendo de blanco y azul...
Salimos hasta el mar para recuperar a una paloma que ha robado el gavilán!

El horizonte dejó entre ver la inmensidad a la paloma aprisionada,
Y se encendió mi corazón por defenderla del cruel opresor!

Entre aquella soledad, creció nuestra amistad:
Bandada de soldados, como hermanos y ¨¡A luchar!¨ para la libertad
De aquella hermana sola. De la paloma solitaria en el océano.
¡Perdida, sola!...

Bravos soldados; comenzamos a luchar con fe,
Porque la tierra por la cual peleamos nuestra es.
El pecho: proa al mar. El alma: proa al bien.
Fuimos seguros de luchar hasta vencer!


La guerra injusta despiadada, se dió sin cuartel...
¡Luchamos, solos!... ¡Casi sin armas!...
Y el enemigo, sin titubear
¡Clavó su garra y nos hundió en el mar!...

Hoy, que el tiempo ya pasó, pretenden que me olvide
De aquellos compañeros que se hundieron en el mar
¡Soñando con la gloria!... ¡Y son historia!
Durmiendo solos y olvidados bajo un manto helado...
¡Siempre solos!...

¡Yo, les juro compañeros,
Que una mañana no muy lejana
Verán ondear en las islas del Sur
Nuestra bandera, sobre el cielo azul!...

Bien, ahora estamos ante una investigación que supo lograr el cantante y conductor Bahiano al recorrer las Malvinas en búsqueda de su música. Conversó con Edgardo Esteban, periodista y ex combatiente y recordó la trágica guerra de 1982. Vas a conocer a los músicos Martín Raninqueo, Raúl Veron y DarioVolonte que fueron combatientes en las islas. También visitó el cementerio de Darwin, para llenarlo de nuestra música como un homenaje a los caídos.
Estos links nos invitan a aprender y no olvidar que hay que luchar incansablemente a nivel político y diplomático por nuestros derechos.

¡Gracias a la TV Pública por semejante producción!